Por Julio Benegas Vidallet
Foto: RTV
Luis Olmedo durmió una siesta, luego de las visitas familiares. Durmió pensando en la liga de fúbol de los internos de Tacumbu. Todos los papeleos de la inscripción, las tarjetas rojas, la administración de los fondos. Desde que lo metieron en Tacumbú él se dedicó a la orgaqnización de una liga de más de 30 equipos. Juegan todos los días. Adentro, rápidamente se hizo kape de los internos. Durmió pensando también en sus bolígrafos tallados que, con apoyo de Conamuri, eran enviados a Chile.
Luis es blanco, alto, de ojos vivaces. Pero en ese momento dormía profundamente. Es que se levantaba como se levantaba en el campo, en el alba, el alba que desde adentro del penal se siente como neblina, con algo de plata dorada que se filtra por las rendijas. Dormía en la base de la litera. Arriba, su compañero de causa, Arnaldo Quintana, bueno para el fútlbol, para el ñe'enga, el cachiai y el arriero porte, no dormía, revisaba el celular cuando, de pronto, zas, la información: Liberan a presos de Curuguaty. Saltó de la cama sin apoyar los pies en el entramado. Saltó como cuando hace volteretas después de un gol. El golpe estruendoso en el suelo despertó violentamente a Luis Olmedo. "Ja je liberá che hermano, ja jelibera", le dijo a Luis y lo abrazó y lloró.
Luis quedó mudo, no podía entender ni creer nada. "Apyta, ama'e hese. Mba'epio ko'a apensa". Arnaldo saltaba de alegría, los internos lo abrazaron. "Ha'ekuerama katu ovy'ave orehegu"i". Les mostraba a todos el mensaje de Guillermina Kanonnikoff que les anunciaba, ya con la foto en el watsap, la resolución que anulaba el juicio que los había condenado a 30 , 20, 18 y 10 años de prisión a Rubén Villalba, Luis Olmedo, Nestor Castro y Arnaldo Quintana y para los demás que ya estaban libres por compurgamiento de pena. Hay días así en que, como decirte, que la vida te besa en la boca con aroma de jazmín.
Luis quedó mudo, no podía entender ni creer nada. "Apyta, ama'e hese. Mba'epio ko'a apensa". Arnaldo saltaba de alegría, los internos lo abrazaron. "Ha'ekuerama katu ovy'ave orehegu"i". Les mostraba a todos el mensaje de Guillermina Kanonnikoff que les anunciaba, ya con la foto en el watsap, la resolución que anulaba el juicio que los había condenado a 30 , 20, 18 y 10 años de prisión a Rubén Villalba, Luis Olmedo, Nestor Castro y Arnaldo Quintana y para los demás que ya estaban libres por compurgamiento de pena. Hay días así en que, como decirte, que la vida te besa en la boca con aroma de jazmín.
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